Cuando leí “From Worst to Best in 9 Months: Implementing a Drum-Buffer-Rope Solution in Microsoft’s IT Department” de David J. Anderson y Dragos Dumitriu sobre la aplicación de Kanban en un equipo de mantenimiento de software encontré una gran analogía con las características de un grupo de desarrollo en mi último cliente. En ese momento decidí (después de profundizar en el método) utilizar esta aproximación para la dirección de dicho equipo.